Rocío Annunziata
La participación ha cambiado de forma. Las derechas alternativas y radicales encontraron vías muy efectivas del activismo digital, han crecido al calor de comunidades digitales, de foros especializados y de plataformas como 4chan, 8kun, Gab, MeWe o Parler, mensajerías encriptadas como Telegram, Signal o de espacios con anonimato garantizado en los que se defiende una supuesta “libertad de expresión”. También se han vuelto muy expertas en coordinar acciones en las redes sociales más abiertas, especialmente Twitter, para instalan temas, bloquear otros, desprestigiar agendas y personas. La coordinación del activismo digital de las derechas alternativas trasciende las fronteras, compartiendo símbolos comunes y globales como el hashtag MAGA y el Meme del Sapo Pepe (Zhang y Davis, 2024). Las derechas radicales y alternativas se encuentran mucho más coordinadas en el terreno digital que los contra-públicos de izquierda (Xu, 2020; Kasimov, 2023). Las acciones coordinadas permiten difundir noticias falsas, teorías conspirativas y desinformación a través de trolls y bots en redes sociales, e incluso se han vuelto prácticas sistemáticas con nombre propio como el “Hijacking” (trolling orientado a desestabilizar movimientos o discusiones) o el “Doxing” (recopilación y publicación de información personal o privada de una persona con la intención de provocar acosos, intimidaciones y amenazas).
Las esferas públicas se han vuelto creciente iliberales, pero también pueden ser ámbitos de resistencia (Štetka y Mihelj, 2024; Bächtiger y Dryzek, 2024). Esta nota relata precisamente una experiencia de activismo digital de resistencia para bloquear a los trolls asociados al gobierno de Javier Milei en Argentina.
Contexto político
En las elecciones presidenciales de 2023, las argentinas y los argentinos se encontraron con la sorpresa del vertiginoso ascenso del liderazgo de Javier Milei y su inesperado triunfo electoral (con casi 56% de los votos en segunda vuelta). Javier Milei era un candadito outsider, con un partido sin recursos y recientemente creado por él, La Libertad Avanza (LLA), de ideología libertaria y con un discurso fuertemente anti-político que denunciaba a todos los partidos y dirigentes como miembros de “la casta”.
Se trata de un economista, ex arquero de clubes de fútbol, que había saltado a la celebridad como figura mediática. Aproximadamente desde 2017, gracias a su personalidad excéntrica, a su estilo alocado y a sus habilidades para transformar conversaciones en disputas enardecidas, era un invitado frecuente de programas televisivos de actualidad política. Varias comunidades de seguidores, sobre todo varones jóvenes, comenzaron a replicar su discurso en las redes sociales como TikTok y en canales de streaming como YouTube. Así se construyó su liderazgo, en un ciclo de retroalimentación entre los medios tradicionales y los digitales (Annunziata, Ariza, March y Torres, 2024). Hasta 2021, Milei había sido un personaje de los medios, llamativo por sus ideas no convencionales y su rebeldía contra lo políticamente correcto. Ese año, logró ser electo Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires, siendo LLA la tercera lista más votada; y dos años después fue electo Presidente de la Nación.
Milei logró este ascenso veloz gracias al apoyo de tuiteros, influencers, streamers que multiplicaban su discurso, mediante cuentas como @ElPelucaMilei en X o canales como Break Point en YouTube, aunque su propia cuenta personal no publicara tantos contenidos. Esto cambió cuando llegó a la presidencia, ya que aumentó muchísimo su actividad en X, alcanzando los 300 tuits por día, con likes y retuiteos de muchas cuentas que difunden fake news y amplifican discursos de odio. Sus contenidos más extremos son generalmente retuiteos de cuentas de trolls e influencers, que aumentan su visibilidad gracias al apoyo presidencial y, de este modo, fortalecen una comunidad. La intesidad de la actividad del presidente en X y el tipo de contenido que comparte llevó a que se comenzara a hablar del “algoritmo de Yrigoyen”, denotando su adicción a las redes y su desapego de la realidad. Pero tan articulada resultó la estrategia de comunicación que se empezó a sospechar que se trataba de cuentas trolls que seguían directamente las órdenes de la presidencia y que incluso funcionaba un Troll Centrer en la Casa Rosada, en uno de los salones con puertas tapiadas. Dos grandes tendencias en pugna responderían a la estrategia presidencial: la de Fernando Cerimedo, editor de La Derecha Diario, asesor de campaña y cercano a de Santiago Caputo, y la de Iñaki Gutiérrez, quien fuera el comunity manager de Milei durante la campaña, y su banda, la “banda del Counter”.
Los Trolls
Uno de los personajes más conocidos en la comunidad de influencers y de cuentas anónimas o trolls cercanas al presidente Milei es el llamado “Gordo Dan” (@GordoDan_), cuyo nombre verdadero es Daniel Parisini. Otras cuentas conocidas son las de Osvaldo “Beto” Mendeleiev (@BetoMendeleiev_), Agustín Romo (@agustinromm), o Traductor (@TraductorTeAma). Los trolls agreden dirigentes, periodistas, artistas, personas trans, con discursos discriminatorios y violentos y recurrieron varias veces a la estrategia del doxeo. Un ejemplo fue el doxeo contra la cuenta @Antiponzista: luego de que se publicara información sobre los ingresos a la Casa Rosada, que revelaban precisamente el trabajo del Gordo Dan, el mismo expuso los datos de la cuenta. A esto le siguió un acoso en cadena: un repartir de Mercado Libre le entregó un paquete con tierra y gusanos y luego le llegó un mensaje diciéndole que terminaría en la tierra, una persona sacó fotos en la puerta de su casa, se publicaron deudas de la familia, patentes del auto y todo tipo de amenazas, y se publicó que ofrecía de manera gratuita una heladera y una cocina para que muchas personas fueran al domicilio y se quisieran desquitar al ver que era un anuncio falso.
Esta es una práctica frecuente de las cuentas de trolls libertarios. Un aspecto importante también es que las cuentas con muchas interacciones son premiadas por el algoritmo de X y se monetizan. Algunas son cuentas conocidas, pero están articuladas con cuentas anónimas que responden a una estrategia de trolls clásica. Como lo narraba Nita, una de las protagonistas del bloqueo de trolls, en una entrevista:
“…estos trolls de Twitter…algunas son cuentas grandes como el Gordo Dan que es Daniel Parisini y @TraductorTeAma que es Esteban Glavinich …o sea, cuentas grandes que tienen una persona atrás y operan con el gobierno, y hay otras cuentas más pequeñas, que son cuentas de Troll Center, una persona quizá maneja 50 cuentas y se coordinan para dar likes, o para compartir y subir estas fake news….”
El problema es que los trolls hacen publicaciones que provocan y las personas tienden a enojarse con ellos y responderles, buscan refutarlos. Pero esto aumenta su visibilidad. El bloqueo buscó colaborar en el sentido contrario.
La resistencia
La resistencia surgió en X precisamente para evitar que estas cuentas tuvieran los niveles de interacción que estaban teniendo. Distintos influencers opositores difundieron las listas de cuentas como la del Gordo Dan y su banda y otras que suele retuitear el presidente para que fueran bloqueados masivamente con el propósito de “reducir el poder de fuego” de los trolls.
La primera fue la cuenta de Nita, Juana Cervio (@eudtoxic), que comenzó publicando algunos nombres. El detonante fueron algunas fechas significativas para la batalla antiprogresista de los trolls libertarios. El 8/3, Día Internacional de la Mujer, el Gordo Dan le había hecho comentarios violentos a raíz de su crítica al streaming que iba a compartir con el influencer opositor Tomás Rebord y había decidido bloquearlo. Entonces, los días siguientes publicó una lista de cuentas explicando por qué convenía bloquearlas: no sólo para evitarse a uno mismo ver esos contenidos, sino para evitar que las cuentas tuvieran visualizaciones y el algoritmo entonces las penalizara, mostrando menos sus contenidos. Esta primera acción o intervención no tuvo tanta repercusión, pero luego, en ocasión del 24 de marzo, Día de la Memoria, los trolls realizaron publicaciones negacionistas, por ejemplo, cuestionando el número de desaparecidos. El mismo 24 hubo una campaña de otra tuitera, conocida como Pendeji (@OtraPendeja) que convocaba a no responder a este tipo de comentarios. Entonces Nita decidió retomar su campaña, proponiendo bloquear las cuentas de los trolls y esta vez tuvo mucho más eco en la esfera digital. Su tuit llamó a “BLOQUEAR CUENTAS LIBERTARIAS 🚫. Para que no puedan seguir difundiendo sus mentiras negacionistas. Es importante BLOQUEAR y leer teniéndolos bloqueados (sí, se puede)”, incluyendo un listado de ocho cuentas, seguidas por otras publicaciones que agregaban más cuentas a la lista y advertían que al estar bloqueadas serían penalizadas por el algoritmo.
Algunas cuentas de personas con muchos seguidores, como la de la comediante Malena Pichot (@malepichot), se sumaron a la campaña y eso colaboró mucho en la viralización inicial. La influencer sostenía en una entrevista:
“No pensé que se fuera a poder viralizar y difundir así y que todo el mundo realmente se pusiera a bloquear a estas personas (…) Creo que lo estuvimos haciendo en la calle online funcionó bastante bien!”
Unos días después, el 29/3, otro tuitero conocido como Polci (@polariscopi0) hizo un script automático para bloquear 5000 personas en pocos segundos. De este modo, se logró rápidamente bajar el nivel de visibilidad de los trolls, y por lo tanto, el nivel de interacción de y con sus cuentas. Esto permite que tengan menos posibilidades de instalar un Trending Topic y ganar nuevos seguidores
Uno de los tuiteros que se sumaron a la acción de bloqueo masivo fue el periodista Gabriel Castro (@GabrielCastroOK). El 30/3/2024 publicaba en su cuenta:
“Aislar/Bloquear a los trolls libertarios, les genera un mayor costo por cada like o visita. Sus números están bajando estrepitosamente, generar tendencia les cuesta más, es decir, sale más caro 🫰💸. Si seguimos así, pronto se les va a desarmar el Call. #BloqueoMasivoDeTrolls”
El 8/4/2023 Gabriel Castro (@GabrielCastroOK) subió un análisis del efecto de las acciones. Tomó una muestra de 20 perfiles de trolls y observó que habían disminuido significativamente el número de seguidores. Entre el 11/3 y el 8 /4 la cantidad de seguidores de las principales cuentas de trolls oficialistas bajó de 8000 diarios a alrededor de 2000.
Como sostenía Gabriel Castro en una entrevista, estas acciones se lograron sin organización y sin recursos, a diferencia de los trolls libertarios que cuentan con apoyo y financiamiento desde el poder. La convocatoria al bloqueo masivo, que se popularizó con el hashtag “#BloqueoMasivoDeTrolls”:
“…apunta a afectarles el algoritmo, y les cuesta más tener un público neutral. Cuando te bloquean mucho el algoritmo te castiga”
Gabriel Castro mostró cómo las principales cuentas libertarias que habían sido identificadas originalmente por Nita iban teniendo día a día una menor proporción de nuevos seguidores. Algunas cuentas pasaron a ganar cada vez menos seguidores diarios, pero otras pasaron a números negativos. Por ejemplo, la cuenta de Iñaki Gutiérrez (@inakiigutierrez) pasó en menos de diez días, de ganar 300 seguidores diarios a perder seguidores; la cuenta de Agustín Romo (@agustinromm), pasó de 550 seguidores diarios a perder seguidores. La cuenta de Osvaldo “Beto” Mendeleiev (@BetoMendeleiev_) pasó de tener días en los que ganaba 400 seguidores a, por ejemplo, perder 80 en un día. Otras cuentas mostraron una caída constante en el número de nuevos seguidores diarios, como @ElPelucaMilei, @ElTrumpista. Sobresalió la cuenta @DanannOficial, que, por ejemplo, el 14/3 había ganado en un día 1400 seguidores, y el 4/4 ganó alrededor de 50.
Como lo mostró la cuenta de Chile Bot Checker (@BotCheckerCL), el impacto se pudo ver también en las menciones. En 5/4/2024, la cuenta del @GordoDan_ había caído en menciones un 28% y la cuenta @ElTrumpista un 45%.
Si bien no es posible saber en qué medida esta campaña llegó a Elon Musk, en el mes de agosto, el CEO de X anunció que eliminaría la función de “bloqueo”. El bloqueo fue el modo que encontraron algunas personas que se sentían hostigadas en Twitter para poder enfrentar el modo en que el algoritmo premia muchas veces los discursos violentos y la desinformación. Esto es muy importante, en la medida en que, como opinaba Gabriel Castro:
“Con una propaganda masiva hacés que la gente empiece a no ver la realidad”
La acción conectiva hoy
En 2013 Lance Bennett y Alexandra Segerberg (2013) publicaron su libro sobre la acción conectiva, para ayudar a comprender fenómenos como los movimientos Occupy o Indignados que estaban surgiendo a partir de las redes sociales. Los autores encontraban que al pensar en estas nuevas experiencias ya no era siempre útil el concepto clásico de “acción colectiva”. La acción colectiva siempre fue el resultado de organizaciones con recursos, capaces de ofrecer sanciones, incentivos o, como mínimo, identidades compartidas a sus miembros, para motivarlos a participar. Pero estaban emergiendo movimientos en los que no parecía ser necesaria la ideología común, identidad compartida ni los recursos para que la acción pudiera tener lugar. La comunicación se convertía, en estos casos, en el principio organizativo mismo. Así, los medios digitales no eran ya un canal para transmitir un mensaje, sino que funcionaban como creadores de acontecimiento y nuevos sujetos. Los autores también sostenían que la acción conectiva era personalizada: la intervención en un evento colectivo era una forma de expresión individual.
En los últimos años, sin embargo, algo cambió. Los algoritmos se volvieron mucho menos inocentes, y bajo los ropajes de espontaneidad de los lazos que se dan en el espacio público digital, comenzamos a tener acciones muy coordinadas, por actores que establecen estrategias offline, que aseguran recursos, contratan personas para campañas, y que sacan el mayor provecho de la lógica de las redes sociales. Hoy la acción conectiva está distorsionada.
Pero la experiencia que narramos aquí, y otras similares, muestran que algunas acciones siguen funcionando con una lógica conectiva, a partir de la publicación de un mensaje, movilizando a otros usuarios a actuar. Lo que queda claro es que es en estos tiempos la creatividad colectiva y conectiva es muy necesaria para encontrar formas de atenuar el inmenso poder de los trolls sobre nuestras vidas.
Referencias
Annunziata, R., Ariza, A., March, V., y Torres, S. (2024). “La politización antipolítica. Análisis del fenómeno de Javier Milei”. Revista SAAP, 18(1).
Bennett, L. y Segerberg, A. (2013). The Logic of Connective Action: Digital Media and the Personalization of Contentious Politics, Cambridge: Cambridge University Press.
Bächtiger, A. y Dryzek, J. (2024). Deliberative Democracy for Diabolical Times Confronting Populism, Extremism, Denial, and Authoritarianism, Cambridge University Press, https://doi.org/10.1017/9781009261845.
Kasimov, A. (2023): Decentralized hate: sustained connective action in online far-right community, Social Movement Studies, DOI: 10.1080/14742837.2023.2204427
Štetka, V. y Mihelj, S. (2024). The Illiberal Public Sphere. Media in Polarized Societies, Palgrave Macmillan
Xu, W. W. (2020). Mapping Connective Actions in the Global Alt-Right and Antifa Counterpublics, International Journal of Communication 14(2020), 1070–1091
Zhang, X., y Davis, M. (2024). E-extremism: A conceptual framework for studying the online far right. New Media & Society, 26(5), 2954-2970. https://doi.org/10.1177/14614448221098360
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